En una carrera marcada por la lluvia y las decisiones de último momento, Franco Colapinto se fue de Spa-Francorchamps con la sensación amarga de que se podría haber hecho algo distinto. El Gran Premio de Bélgica, condicionado por el clima, puso a prueba a todos los equipos de Fórmula 1 en materia de estrategia. Y Alpine, la escudería del argentino, no tomó el mejor camino.
La maniobra clave fue el segundo ingreso a boxes, que dejó a Colapinto por detrás de Carlos Sainz (Williams) en plena pelea por mantener la posición. “Para ser honesto, no tendríamos que haber parado”, le dijo Franco a su ingeniero apenas volvió a pista. El comentario no fue un impulso del momento: horas después, Lucas Corsino, analista de datos especializado en F1, explicó en detalle cómo esa decisión afectó el resultado del pilarense.
Según Corsino, mientras Pierre Gasly (su compañero de equipo) completó la carrera con dos compuestos de neumáticos, Colapinto utilizó tres. Esa diferencia respondió a una estrategia habitual en la categoría: dividir caminos para aumentar la probabilidad de que, al menos, uno de los dos autos sume puntos. Pero esta vez, el experimento salió mal para uno de ellos.
“El primer pit stop con neumáticos medios no le dio resultado, sobre todo porque venía peleando mano a mano con Sainz. El último cambio mejoró un poco su ritmo, pero ya no alcanzaba”, explicó el analista. Para Corsino, el error fue colectivo, aunque evitó cargar las tintas: “Con el diario del lunes es fácil criticar, pero estas decisiones buscan minimizar riesgos globales”.
Además del análisis estratégico, Corsino remarcó que Franco aún no se siente del todo cómodo en Alpine, algo que contrastó con su rendimiento anterior en Williams. De todos modos, el equipo lo respaldó y confirmó su presencia en el próximo GP.
Colapinto terminó anteúltimo en Bélgica y ya piensa en revertir la imagen. Tendrá revancha este fin de semana, cuando la Fórmula 1 llegue a Hungría, antes del receso. Habrá que ver si el próximo plan de carrera lo encuentra mejor parado.